viernes, marzo 30, 2007

ESTABA ADICTO A INTERNET Y NO LO SABIA: algunas reflexiones sobre la sobrecarga de informaciones en el Web.

Este post hubiera tenido que ocuparse del libro “Free culture” de Lawrence Lessig.
Llevo dos semanas sobre ese comentario. Empecé bien, estaba decidido en expresar mi opinión sobre las 15 páginas que me había leído del libro y añadir alguna referencia a un par de artículo más. Quería conformarme con el comentar unos puntos más destacados y nada más. Pero el tiempo iba pasando y cada vez que me ponía en el ordenador mi cabeza iba siempre más allá: cada palabra una idea, cada idea una nueva búsqueda, una nueva referencia y una nueva información. Empecé con el desarrollar el concepto de cultura y libertad y acabé en un remolino de informaciones sin salida: desde la historia del copyright hasta la confusión entre técnica y filosofía, entre forma y contenido, entre “ver” y “comprender”

Sin darme cuenta me había tirado días navegando por Internet cómo un canguro entre una página web y la otra, cortando y pegando, meditando, elaborando y sufriendo, matándome a tabaco, más perdido que un naufrago en medio de la tempestad. Realmente acabé destrozado, echando humo por la cabeza y con la frustración que el resultado de unas tardes enteras de trabajo era, por supuesto, un comentario-Frankenstein inacabado e impresentable.

Pues bien, acabo de enterarme que sufro de la I.O.A , INFORMATION OVERLOAD ADDICTION, adicción de sobrecarga de información. Este tipo de síndrome une el estado de adicción a Internet con el estrés provocado por la sobrecarga de información que sobretodo esa tecnología lleva insita en su naturaleza. Tratase del info-estrés provocado por una relevante cantidad de información en un tiempo no suficiente para “digerirlas”, para asimilarlas. Parece que esa sobrecarga provoque ansia, incapacidad de tomar decisiones e incluso enfermedad. De hecho la sobrecarga cognitiva lleva a una parálisis de la información”, a una incapacidad de enfocar una información y de tomar una decisión.

La metáfora alimentaria de la “mala digestión” non esta muy lejos de la realidad. Personalmente el estado de malestar en que se encuentra una persona sujeta a ese síndrome, me recuerda al Corte Ingles cuando quiero comprarme un par de zapatos: entre una variedad casi ilimitada de modelo me pierdo, no sé elegir. Siempre acabo saliendo mareado, feliz solo de quedarme con mis viejas bambas medio destrozadas.

Según el australiano Neville Meyers, investigador de sistemas informáticos de la Queensland University, existes tres tipologías identificables de adictos a Internet, según la manera que tienen de gestionar el tráfico de informaciones:

Topología n.1: El cazador de informaciones (síndrome de Indiana Jones);

Topología n.2: el que espera de recibirlas (síndrome de Madame Bovary);

Topología n.3: el que acude de adelantar el contacto con las mismas (síndrome de Diógenes).

Es interesante notar que estas tres topologías no son necesariamente alejadas la una de la otra. Al revés. Por experiencia personal me puedo tirar una tarde alternando la lectura obsesiva de blogs y periódicos online con la revisión continua del email, acumulando al mismo tiempo páginas en Word en el desktop, convencido que siempre “las consultaré más tarde porque ahora no me da tiempo”.

Entre las posibles soluciones al problema de info-estrés, Meyers hipotiza una diferente educación a los medios de comunicación, cómo por ejemplo decidir de no conectarse a Internet después de una cierta hora. Del mismo parer es el sociólogo americano Michael Schudson, que teoriza el cambio de paradigma desde la idea abstracta del “ciudadano informado”, en el que el ciudadano tiene que ser informado sobre cualquier cosa para participar con racionalidad a la vida pública, al “ciudadano informacional” (“monotorial citizen”), que tiene que escanear el ambiente que lo rodea, evitando la sobrecarga cognitiva, y estar listo a activarse solo cuando la su intervención sea relevante y eficaz. Para desarrollar la habilidad y la competencia para navegar, Schudson presupone una clase de profesionales “info-nauticos” que podrían ayudar el ciudadano en desarrollar sus propias funciones selectivas y electivas.

El filósofo Pierre Levy afirma: “El primer diluvio fue de agua, el segundo será el diluvio de la información”. De hecho el problema es serio. Según las estadísticas del instituto IDC (http://www.idc.com/), sólo en el 2006 se han producido 161 exbyte de informaciones digitales (el “exabyte es la unidad de medida que indica mil millones de gigabyte). Es una cantidad de datos monstruosa. Dobla tres millones de veces todos los libros nunca escritos en la historia del hombre, doce pilas de libros de la Tierra hasta el Sol. Si se sigue con ese ritmo, se calcula que en el 2010 se producirán casi 1000 exabyte de informaciones digitales. Con esa cantidad de datos, la industria que gestionará los sistemas de archivo y de transmisión de datos asumirá un papel cada vez más importante. No es un caso que Google este desarrollando un servicio de gestión de tráfico de datos entre universidades. Hemos llegado al punto que tenemos que inventar continuamente nuevas unidades de medida para definir lo más grande: detrás de los “exabytes” ya empezamos a utilizar los “zettabytes” (100 mil millones de gigabyte” y “yottabyte” (100 mil millones de millones de gigabyte).

A ver, al final acabo preguntándome hasta adonde llevará el hombre contemporáneo esa actitud creadora, ese gigantismo de nuevo Prometeo que se sube hasta las estrellas sin pararse a reflexionar de por que lo esta haciendo y adonde quiere llegar…. otra vez el agujero de la brújula en mi cabeza empieza a dar vueltas. Bueno, mejor que pare aquí, parece que he encontrado una pequeña y tranquila isla en el mar de la red. A vez cabe aprender a descansar y a poner la palabra “fin”.

Hasta la próxima ola de bytes.

lunes, marzo 26, 2007

Hablando de cultura... se puede?


Ya entrando en la etapa de plantear el proyecto he hecho seguimiento de mis hábitos en Internet, y a propósito de cultura me he encontrado con posibilidades de las que antes dudaba, como por ejemplo que un grupo de personas firme un manifiesto para cambiar una ley o crearla y que esto tenga repercusión global como es el caso de amazoniaparasempre ... la verdad me da una idea y es que no se trata de culturas diferentes. La tradición y la innovación se juntan y es posible recuperar algo que se puede perder por falta de información.
Laura Rojas

miércoles, marzo 21, 2007

Artelista lanza un canal Creative Commons

Artelista acaba de lanzar un canal en donde muestra obras libres, mayormente con licencia Creative Commons. Se llama Artelista libre

Curioso que en este blog hemos hablado ampliamente de creative commons y de artelista, pero nunca se nos ocurrio combinarlos... a veces se trata simplemente de combinar conceptos para obtener algo realmente nuevo (o al menos, con impacto en los medios, que es lo que esta consiguiendo Artelista, ademas de un buen servicio)

Bien por Artelista, y por la adopcion cada vez mayor de Creative Commons por parte de empresas privadas (ya que los poderes publicos parecen preocuparse unicamente por atender las peticiones de la SGAE)

sábado, marzo 17, 2007

Cabalgando la larga cola.

Comentario sobre el artículo “The long tail” de Chris Anderson.

El motor de este artículo es sin duda la imaginación. La capacidad de imaginar las posibilidades del comercio por Internet estableciendo un sistema alternativo respecto a la actual cadena de producción-distribución-consumo de material cultural. Anderson es capaz de volcar el paradigma que rige la industria cultural actual, en que “sólo los grandes éxitos merecen existir”, en una idea desde mi punto de vista revolucionaria: para cualquier producto existe una audiencia, por lo que sea limitada, en algún lugar del mundo. Es el descubrimiento de un nuevo mercado, de una tipología de público que “penetra en el fondo del catálogo, a lo largo de la lista de los títulos disponibles”.

A partir de este asunto, el discurso del autor procede estructurándose en una serie de oposiciones y explorando las consecuencias a varios niveles (económico, político, filosófico).

Los límites de la industria de las “majors” resultan evidentes en el momento en el cual se van a enfrentar con la tecnología de la Red de Internet. Comparado al concepto de espacio en la red, el mercado actual de la cultura, basado en la filosofía del “mínimo común denominador”, el producto ideal para las masas, revela sus límites de distribución ineficiente. Es un sistema económico que necesita una masa crítica de público, de un sitio para poner en muestra material y almacenarlo y que tiene un radio de acción limitado.

Lo que revela el análisis de Anderson es que en realidad el comercio actual es un mundo de escasez, en el cual solo el 20% de la producción son grandes éxitos, los únicos que mueven el mercado. Todo lo que se queda fuera de esa de esa quinta parte del mercado de las multinacionales de la diversión es una larga cola de productos (“the long tail”).

Pero cada vez más esa concepción “elitista” se está superando, considerando que las empresas se van enterando de la cantidad inmensa de productos que se puede vender. Por ejemplo, se calcula que el mercado potencial de libros es el doble de grande de lo que parece ser. De hecho, los comercios mas exitosos que se han montado en Internet conciernen la agregación de contenidos presentes en “The long tail”: en el caso de eBay, el intercambio de productos fuera de catálogo o exclusivos es una parte importante de su mercado.

Sin embargo la concepción de Anderson se mueve en un territorio que va más allá del factor económico y que se podría considerar cómo consecuencia de la lógica insita en su discurso. Para él la causa fundamental del elitismo es que la industria “no sabe en realidad lo que la gente quiere, porqué somos nosotros a no saber exactamente lo que queremos”. Teniendo en cuenta que con Internet da igual a donde estén los clientes, hasta el punto que da igual lo que busquen, lo más importante ahora es que la industria cultural asuma el papel de guía “benévola” y que tenga cómo objetivo el de ayudar el consumidor a “bajar the long tail”:

“El grande comercio de la larga cola puede guiar al consumidor hacia el desconocido, a través de un recorrido de exploración con el método de la evaluación, del feedback”.

Con el sistema de evaluación tras el feedback (respuesta del consumidor al producto propuesto), de intercambio de experiencias (las communities) y de recomendaciones en tiempo real, parece ser que el asunto básico de la filosofía de Sócrates , “Conócete a ti mismo”, haya encontrado una estructura en la cual desarrollarse de manera cuanto más amplia posible.

“Cuanto más la gente busque en el catálogo, más le va a gustar lo que encuentra”, advierte Anderson. ¿Seremos capaces de aprovechar de este cambio epocal de paradigma cultural y comercial? ¿O, desde otro punto de vista, sabremos controlar hasta que límites nuestros gustos y nuestras experiencias (en definitiva nuestra misma vida) serán manipuladas por inteligencias artificiales cada vez mas refinadas y omnipresentes?

Dejo la pregunta abierta, ya que me llevaría demasiado lejos de las intenciones de este comentario.

viernes, marzo 16, 2007

Música por Internet

Alguien viene y me comenta de una excelente banda uruguaya “la vela puerca”. Le pregunto si tiene un disco que me preste. Me dice que anda con algunos temas en su MP3, los escucho y pienso si descargarlos o no en mi ordenador. ¿que hago? Pongo la vela puerca en google y.... aparece su página. Muy bonita, mucho estilo, buen diseño, demos de todas las canciones de los discos, las letras, calendario con sus presentaciones en todas partes (ninguno en Chile). Escucho los primeros 20 segundos que me ofrecen en su página y pienso que realmente son buenos. Luego abro emule y busco por el nombre de la banda, me salen dos archivos comprimidos de dos discos de ellos. Obvio, los bajo, al otro día ya estan el carpeta Incoming, los descomprimo y sale un mensaje en readme. Algo como apoya a tu banda y ve a verlos en vivo. Escucho los discos en winamp y ya. Son tan pero tan buenos, que se merecen estar en un cd de audio. No en uno de mp3 donde uno se puede topar con cualquier cosa. No, se merecen un cd de audio, uno de esos que uno realmente se sienta a escuchar y se pueden reproducir en cualquier equipo de audio.

Esto sucede en Santiago de Chile en Abril del 2005. El cd de la banda lo perdi, seguro que se lo dejé a algún colega por ahi y se quedo con él o hasta se me cayo de la mochila. Un cd original no se pierde tan facilmente. La cosa es que un buen número de amigos pudo disfrutar de esta banda uruguaya que nunca ha tocado en Santiago.

Pasa el tiempo, en el 2006 me vengo a Europa, un agosto voy caminando por Berlin y veo un afiche en la pared. “la vela puerca” en el SO 36. Me digo que no me lo puedo perder y por supuesto que estoy ahi puntualmente en la entrada tratando de no pagar la entrada pero no hay caso, los alemanes son inflexibles en eso ( existe tambien por alla la paranoia de que si te descargas muchas cosas por emule o por el programa que sea, vienen los de una policia X a tu casa y se llevan tu disco duro, hasta el momento no esta comprobado ni he sabido de nadie pero si parece que son pesaos con lo de propiedad intelectual). La cosa es que el concierto estuvo de puta madre, como nunca goce con las canciones de la vela, obvio, me sabía todos los discos de memoria y nunca había gastado un peso en ellos. A la salida conversando ahi con los integrantes de la banda les cuento como los conocí y lo mucho que me habia gustado su música en vivo. Les comento que tengo sus discos en mp3, que los habia bajado por internet. Ellos de muy buen rollo se muestran agradecidos de la conversacion y del fervor con el que me veian bailar desde el escenario. Yo solo puedo agradecer por todo el tiempo que he disfrutado con su música. Que si no encuentras el disco de alguien, lo bajas y ya está, pero que si puedes ir a verlo en vivo, anda. Me terminaron invitando unas cervezas en el bar de enfrente y yo les proponía lugares de Berlin por los que fueran a darse una vuelta. Espero alguna vez verlos en Montevideo, donde aseguran que hacen sus mejores conciertos.

www.velapuerca.com

el humano: tecnología para la destrucción

¿que podemos hacer? es que toda... toda la tecnología, desde el fémur utilizado como garrote hasta el proyecto ARPA. Casi todos los avances tecnológicos se deben a un afán militarista: la aviación (para bombardear), la radiofonía y la telefonía (para la comunicación entre los ejercitos), los avances en química, la óptica. Bueh: "He decidido amar a este mundo tal como es. Al adoptar esta actitud tengo la sensación muy clara de comprenderle mejor que si le criticara o le denunciara" Pierre Levy. Acompaño a este hombre en su sentir pues de reclamos nos estamos ahogando y mejor saber que clase de especie somos para poder saber como salir a flote. Pienso que es inútil en gran medida solo reclamar por lugares comunes como el afán mercantilista de las creaciones porque esta claro que la empresa armamentista es mucho más lucrativa que la liberación del hombre y sabemos que el mundo no se mueve por una evolución ética. ¿Podemos esperar que la tecnología nos libere de alguna forma? Un buen camino sin duda es la red inundada de información: la gran imprenta. Si en algún momento fue el Whole Earth Catalog”, para aprender a hacer bombas o a cocinar un buen pastel de marihuana ahora el cambio tecnologico nos ofrece lo mismo pero con distinta forma: un ejemplo es la página www.visuarios.com que propone a sus visitantes y creadores (los mismo) que suban las cosas que saben hacer para que otros las sepan hacer.

¿que manera tiene la tecnologia de liberarnos?, la misma que tiene la literatura y los conocimientos en general, lo que si hace la tecnologia por medio de la red es ponernosla más fácil. Nos acerca la búsqueda, la información siempre estuvo pero ahora podemos encontrarla en menos de un minuto ( sin la info no aparece en menos de 20 segundos buscamos en otra parte).

Pero claro, los grandes peros:

Según Internet World Stats, actualizado en el 2004, de los 785 millones de internautas conectados, casi el 70% vive en los países industrializados, donde reside el 15% de la población mundial. Mientras que Europa y Estados Unidos suman 450 millones de usuarios, en todo el continente africano no hay más que 4. ( fuente wikipedia BRECHA DIGITAL). Personalmente no conozco a nadie que no tenga email, pero lo único que me hace pensar es que este planeta es demasiado grande y se me hace pesada la carga de hablar de la liberación del hombre si nos cargamos a la mitad de los habitantes que no tienen acceso a la red. Tampoco la red quita el hambre ni las sequias.

No es ninguna respuesta pero algún cuestionamiento negativista antes de ir a acostarse nunca viene mal.

viernes, marzo 09, 2007

Cosas de creative commons

Un juez de Badajoz falla a favor del propietario del bar Metropol, demandado por la Sociedad General de Autores...
resto de la noticia.

lunes, marzo 05, 2007

Web 2.0

Miraos este video, explica muy bien lo que es la web 2.0





sábado, marzo 03, 2007

Empresas culturales en Guatemala

Interesante iniciativa que combina desarrollo, cultura y nuevas tecnologías: incubadora de empresas culturales en Guatemala

La iniciativa está impulsada desde la web tupatricinio.com, del grupo intercom, dedicada a promover iniciativas que requieren patrocinio de terceros.